"Sin pelos en la lengua" es el carácter con el que el catedrático de la Universidad de Alicante Félix Rodríguez González ha realizado el Diccionario del sexo y el erotismo, en el que ha recopilado más de 6.200 expresiones del castellano con contenido o significado sexual en 1.150 páginas.
Rodríguez, recopila, entre otras, "más de doscientas palabras diferentes referidas tanto al pene como a la vagina", según explica acerca de su Diccionario del sexo y el erotismo, publicado por Alianza.
El autor de la obra es catedrático de Filología Inglesa en la UA e hispanista y manifiesta que el propósito de este diccionario es "recoger el argot y el lenguaje de un campo semántico que está en el día a día y de una manera que no se había hecho".
Detalla que, para la elaboración de este compendio lingüístico, recogió el lenguaje sexual desde la década de 1950 hasta la actualidad.
Para la elaboración del escrito, el autor confiesa haber invertido "muchísimo tiempo investigando" sobre la materia, para lo cual ha leído foros de Internet, abundante bibliografía, artículos en prensa relacionados con el tema y ha visionado abundante material cinematográfico, donde cita la película "Las edades de Lulú".
Además, realizó multitud de entrevistas a personas de perfiles y edades diferentes que le han ido aportando diversas visiones y términos que, en los distintos sectores de la sociedad, se utilizan con contenido sexual.
Así, el diccionario realiza un análisis de la terminología sexual desde el punto de vista biológico, entendido como instinto animal y como necesidad del ser humano, y del lado del erotismo, relacionado con el comportamiento sexual de las personas.
En cuanto al contenido concreto de las palabras recogidas en las más de mil páginas, Rodríguez señala que "no ha evitado" aquellas que podían resultar, en un principio, más vulgares y soeces, y concreta que reunió desde términos técnicos y especializados hasta los "más informales".
A juicio del autor, la obra posee un carácter "distintivo", "descriptivo" y "sin pelos en la lengua". "Algunas palabras o expresiones levantarán ampollas", como los términos "machacar", "engatillar" o "tabicar", según el docente.
"No hagamos como los ingleses que todavía hoy evitan utilizar, en la literatura y en los medios de comunicación, la palabra 'fuck' (joder)", ironiza al respecto.
Señala que el diccionario posee una introducción en la que, entre otras cosas, analiza la cultura sexual heredada de las diferentes religiones, donde ha valorado el carácter abierto del Budismo o la interpretación de pecado o culpa que ha dejado tras de sí la tradición judío-cristiana en occidente.
POR: EFE. MDZ
El autor de la obra es catedrático de Filología Inglesa en la UA e hispanista y manifiesta que el propósito de este diccionario es "recoger el argot y el lenguaje de un campo semántico que está en el día a día y de una manera que no se había hecho".
Detalla que, para la elaboración de este compendio lingüístico, recogió el lenguaje sexual desde la década de 1950 hasta la actualidad.
Para la elaboración del escrito, el autor confiesa haber invertido "muchísimo tiempo investigando" sobre la materia, para lo cual ha leído foros de Internet, abundante bibliografía, artículos en prensa relacionados con el tema y ha visionado abundante material cinematográfico, donde cita la película "Las edades de Lulú".
Además, realizó multitud de entrevistas a personas de perfiles y edades diferentes que le han ido aportando diversas visiones y términos que, en los distintos sectores de la sociedad, se utilizan con contenido sexual.
Así, el diccionario realiza un análisis de la terminología sexual desde el punto de vista biológico, entendido como instinto animal y como necesidad del ser humano, y del lado del erotismo, relacionado con el comportamiento sexual de las personas.
En cuanto al contenido concreto de las palabras recogidas en las más de mil páginas, Rodríguez señala que "no ha evitado" aquellas que podían resultar, en un principio, más vulgares y soeces, y concreta que reunió desde términos técnicos y especializados hasta los "más informales".
A juicio del autor, la obra posee un carácter "distintivo", "descriptivo" y "sin pelos en la lengua". "Algunas palabras o expresiones levantarán ampollas", como los términos "machacar", "engatillar" o "tabicar", según el docente.
"No hagamos como los ingleses que todavía hoy evitan utilizar, en la literatura y en los medios de comunicación, la palabra 'fuck' (joder)", ironiza al respecto.
Señala que el diccionario posee una introducción en la que, entre otras cosas, analiza la cultura sexual heredada de las diferentes religiones, donde ha valorado el carácter abierto del Budismo o la interpretación de pecado o culpa que ha dejado tras de sí la tradición judío-cristiana en occidente.
POR: EFE. MDZ
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