La organización política argentina Putos Peronistas lucha por la reivindicación sexual y contra la pobreza, en el mes en que se marca el día internacional contra la homofobia
Aquí es donde se reúne la agrupación política Putos Peronistas, que no sólo busca luchar por el reconocimiento pleno de la diversidad a través de la militancia, sino que pone especial énfasis en los derechos de los homosexuales o transexuales pobres.
A fin de cuentas sus integrantes viven y entienden lo que es no tener recursos para vivir.
"La idea es acabar con el 'onegeísmo' (en referencia a las organizaciones no gubernamentales) que hay en esta lucha y hacerlo a través de la militancia política", señaló a BBC Mundo Pablo Ayala, fundador, hace cuatro años, de la agrupación, quien aclara que es heterosexual.
"Queremos hacer esta defensa de la diversidad a través del ideal peronista porque el peronismo siempre defendió a los humillados y ofendidos", agregó.
En abril, se estableció el Día Internacional contra la Homofobia, en referencia al momento en que la Organización Mundial contra la Salud (OMS) eliminó a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales en 1990.
Aunque en muchos países de América Latina se considera que ha habido ciertos avances en cuanto a la tolerancia hacia la diversidad sexual, algunos apuntan que también queda mucho por hacer.
"Medidas como el matrimonio igualitario son para aquellos que tienen plata y yo no tengo ni obra social (cobertura médica)", agregó.
Otro tema que preocupa es la seguridad ante los ataques discriminatorios. En especial para los transexuales cuyo medio de ingreso es captar clientes en la vía pública.
"En la calle te pasa de todo. Te dicen cosas, te tienes que tirar a veces de los autos. Además te tienes que aguantar el frío o la lluvia en la calle si quieres ganar algo. Pero ése es mi trabajo", afirma IaraIbarra, que milita en Putos Peronistas.
"Acá (en La Matanza) la policía no te molesta, pero no te cuida tampoco. Si pones una denuncia, lo que hacen es decirte que la prostitución es ilegal y que 'para qué trabajas (en eso)'", añadió.
El partido
Putos Peronistas tiene unos 100 afiliados, la mayoría no tiene educación secundaria, empleo fijo o vivienda propia. En fin, son bien pobres.
Se reúnen en La Matanza cada dos semanas para organizar repartición de condones, ver películas y tratar los temas que preocupan y cómo atenderlos mediante la militancia política.
Su fundador incluso se lanzó a competir por la intendencia de su municipio hace tres años y medio. No ganó, pero sacó 10.000 votos.
"La idea del partido es ganar espacios mediante la fuerza de las bases y las vías de participación popular", señaló Ayala.
Putos Peronistas es probablemente el principal partido político de Argentina que lucha por la diversidad sexual y los derechos de los homosexuales y transexuales de menores recursos.
Su crecimiento como organización de bases ha sido tomado en cuenta por otras agrupaciones políticas tradicionales.
Por ejemplo, los actuales candidatos del oficialismo (Frente para la Victoria) para la jefatura de gobierno de la ciudad de Buenos Aires sostuvieron encuentros con los Putos Peronistas para hablar de su oferta electoral de cara a los comicios de este año.
Además, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de Argentina está financiando un documental -dirigido por RobertoCesatti- sobre la historia y auge de esta organización política.
Según cuenta Ayala, la inspiración del movimiento "viene por comprobar que el puto es peronista".
El nombre de la asociación procede del lema utilizado a finales de los años sesenta por el Frente para la Liberación Homosexual (FLH) argentino.
En las manifestaciones de respaldo a Juan Domingo Perón, el FLH coreaba la consigna de "los putos con Perón", bajo la creencia de que el movimiento social del ex gobernante argentino abriría una espacio de libertades individuales y tolerancia a la diversidad sexual.
De acuerdo a los registros históricos, en un escrito recopilado por Ayala, ya en los años setenta, a medida que aumentaba la inestabilidad y violencia en Argentina antes del golpe militar de 1976, el FLH se sumó a grupos radicales de izquierda -como Montoneros- para participar en la llamada revolución. Su idea era impulsar la reivindicación sexual.
Según Ayala, "algunos sobrevivientes de la época dicen que la cúpula del FLH llegó a decirle a Mario Firmenich (líder de Montoneros) que 'ustedes pondrán los huevos por la revolución, pero nosotros ponemos el culo...'".
El FLH se disuelve en 1976, ante las amenazas que sufren sus integrantes por parte de la Alianza Anticomunista Argentina, mejor conocida como la Triple A, que era un grupo de extrema derecha que participó en el asesinato de activistas de izquierda en dicha época.
Además, luego se instala en el poder un gobierno militar hasta principios de los años ochenta, al cual Putos Peronistas acusa de haber "desaparecido" a unos 400 homosexuales.
Pero según Ayala, el informe Nunca Más (1984) de la Comisión Nacional para la Desaparición de Personas no reconoció que la represión militar también tuvo como objetivo a decenas de personas por su sexualidad.
"No hubo un reconocimiento del género y estamos tratando de que así sea", señaló.
¿Por qué "putos"?
La etimología de la palabra que usa esta organización peronista para identificarse -"Putos"- genera un debate interesante de por sí.
Puede ser visto como la aceptación de una palabra que se usa comúnmente para insultar a alguien por su preferencia sexual.
"Pero nosotros le robamos la palabra 'putos' a quienes insultan y así los dejamos sin armas", señala Ramírez.
La Matanza, es un lugar de los que se puede describir como "pesados". Ver a travestis con tacones, pelucas y vestidos ajustados caminando elegantemente por calles de barro y quitándose de encima a los perros callejeros puede llamar la atención y algunos pensaría que podría generar algún tipo de ataques discriminatorios.
Sin embargo, Putos Peronistas aseguran que su espacio ya existe y que son miembros de su comunidad como cualquier otro.
"El respeto lo hemos logrado peleando", dice IaraIbarra.
Lo que intenta este grupo político es que la lucha por reivindicar derechos sociales o libertades individuales no pase por una discusión sobre las preferencias sexuales.
"No importa el lugar que un compañero ocupe en la cama, sino el que ocupe en la lucha", es el lema de Ayala.
POR: BBC MUNDO.
ARREGLOS FOTOGRAFICOS: ALBERTO CARRERA
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