El proyecto, que se encuentra desde hace varios años en debate en el Congreso, contó con el respaldo de la mayoría de los bloques parlamentarios y fue aprobado en general por 182 votos a favor, 1 en contra y 1 abstención.
De acuerdo al texto, que había sido aprobado por el Senado en agosto de 2010, tampoco se podrán utilizar expresiones como “light”, “suaves” u otras “que creen la falsa impresión de que un producto con tabaco es menos nocivo que otro”.
Asimismo, en uno de los laterales del paquete, deberá incluirse información sobre el servicio gratuito para dejar de fumar que suministre el Ministerio de Salud.
Al fundamentar el respaldo del oficialismo, la diputada Maria Elena Chieno (Frente para la Victoria-Corrientes), sostuvo que el proyecto busca “prevenir la iniciación en el tabaquismo”, al poner de relieve que el uso de tabaco “causa 40 mil muertes anuales, de los cuáles 6 mil son fumadores pasivos”.
Para el radical por Jujuy, Mario Fiad, la iniciativa se orienta a la “protección de la salud de los argentinos” y, si bien adelantó su respaldo al texto, admitió que “hubiera preferido intensificar las responsabilidades de los ciudadanos y hacer hincapié en la educación”.
Tras anticipar el respaldo de su bancada al texto, la diputada de la Coalición Cívica, Alicia Terada, afirmó que, por
año, mueren unos 600 mil fumadores pasivos en el mundo y dijo que, según datos de la Organización Mundial de la Salud, “el humo del cigarrillo ajeno mata a 165 mil niños por año”.
En cambio, desde ese mismo bloque, Marcela Rodríguez, consideró que el contenido de la ley no va a disminuir el consumo y pidió modificar el artículo 15 que establece los parámetros para la composición de los productos elaborados con tabaco y fija en 11 mg de alquitrán por cigarrillo, a partir del primer año de vigencia de
la ley y en 10 mg a partir del segundo año.
Desde el PRO, Paula Bertol, una de las más fervientes luchadoras contra el tabaquismo, aseguró que se trata de “un día histórico porque después de 20 años podremos sancionar una ley integral” y advirtió sobre los graves efectos de la adicción, al recordar que “no hay prueba científica que no haya demostrado la toxicidad y la posibilidad de muerte que causa el tabaquismo”.
La socialista Mónica Fein también manifestó su respaldo al texto, y dijo que se trata de “dar un paso muy importante para hacer de Argentina un país libre de tabaco”, a la vez que puso de relieve la difusión en los paquetes de sus consecuencias “para tomar conciencia de la gravedad que significa el consumo”.
De acuerdo a la iniciativa, no se podrá fumar en lugares de trabajo cerrados ni en cualquier espacio cerrado destinado al acceso de público y establece que los no fumadores “tendrán derecho de exigir al responsable del local que conmine al infractor a cesar en su conducta”.
Tampoco, se podrán vender, exhibir, distribuir y promover productos elaborados con tabaco en escuelas públicas o privadas, hospitales; oficinas y edificios públicos; medios de transporte públicos; museos, clubes y salas de espectáculos públicos como cines, teatros y estadios.
La norma también prohíbe “el auspicio y patrocinio de marca en todo tipo de actividad o evento público, y a través de cualquier medio de difusión”, así como la venta de productos elaborados con tabaco a menores de 18 años”.
Asimismo, a través de la norma, se prohíbe la venta por unidad, ya sea por medio de máquinas expendedoras o “por cualquier otro método” y establece que los envases de productos elaborados con tabaco deberán llevar insertos una imagen y un mensaje sanitario que describa los efectos nocivos de su consumo.
Entre otras cuestiones, la ley establece además infracciones equivalentes en pesos al valor de entre 250 a 1.000.000 de paquetes de 20 cigarrillos de los de mayor precio, así como prevé el decomiso y la destrucción de materiales elaborados con tabaco y la clausura del local, donde no se cumplan las disposiciones de la norma.
Argentina y su tibia lucha contra el cigarrillo.
Se trata de la primera legislación a nivel nacional que limita el consumo de tabaco y su aprobación fue recibida con beneplácito por las autoridades de la Salud y los grupos que luchan contra esta adicción.
Las enfermedades generadas por el tabaco son la principal causa prevenible de muerte en Argentina y matan a unas 110 personas por día.
Sin embargo, hasta ahora el país no había logrado implementar una política antitabaco.
De hecho, Argentina sigue siendo uno de los pocos países del mundo que aún no ratificó el principal tratado internacional sobre control de tabaco, que entró en vigencia en 2005.
Los logros alcanzados por el llamado Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) -que fue aprobado por la Asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2003- fueron destacados por la OMS para conmemorar el martes el Día Mundial Sin Tabaco.
Si bien 172 países, más la Unión Europea, ratificaron el Convenio, aún falta que una veintena de naciones que la firmaron la implementen por la vía legislativa.
Tal es el caso de Argentina, que firmó el tratado en 2003 pero, ocho años más tarde, es el único país de Sudamérica que aún no lo ha ratificado.
Menos efectivos
Según los expertos, esta reticencia ha hecho que mientras que la vecina Uruguay –una de las naciones que ha seguido más al pie de la letra las disposiciones del Convenio- redujo la cantidad de fumadores adultos en un 25% durante el último lustro, Argentina apenas logró una disminución del 9%.
Unas 80 organizaciones civiles argentinas agrupadas en la Coalición para la Ratificación del Convenio Marco para el Control del Tabaco, advirtieron que desde que se firmó el CMCT en 2003 más de 320.000 argentinos perdieron la vida como consecuencia del cigarrillo.
Se estima que el 27% de la población adulta argentina fuma.
Motivos económicos
¿A qué se debe la negativa del Congreso argentino para ratificar el Convenio de la OMS?
Tanto las organizaciones no gubernamentales como las autoridades nacionales apuntan a las presiones del sector tabacalero.
Argentina es el octavo exportador mundial de tabaco, un cultivo que se concentra en las norteñas provincias de Corrientes, Misiones, Salta y Jujuy.
“Las provincias productoras de tabaco temen que su economía corra riesgo si se adopta el CMCT”, dijo a BBC Mundo Mario Virgolini, coordinador del Programa Nacional de Control de Tabaco del Ministerio de Salud de la Nación.
Sin embargo, el propio experto refutó esa teoría:
“Los principales productores mundiales de tabaco, como Brasil, China, India y Turquía ratificaron el convenio, y su industria no sufrió”, aseguró.
Para Virgolini, el temor a posibles daños económicos es fomentado por las grandes multinacionales que dominan la industria del cigarrillo y que realizan un fuerte lobby para frenar cualquier legislación que pueda perjudicar sus ventas.
“El 85% del tabaco de Argentina es exportado, de modo que a los productores locales no les afecta que el país ratifique la Convención”, afirmó.
En Argentina el 90% del mercado del cigarrillo es controlado por dos empresas extranjeras: Philip Morris y British American Tobacco (BAT).
Otras medidas frenadasLa ratificación del CMCT no es la única legislación tendiente a limitar el consumo del cigarrillo que no ha logrado prosperar en el Congreso argentino.
Desde 1966, legisladores y gobernantes han buscado infructuosamente aprobar proyectos de ley que regulen esa actividad.
Recién en 1986 se logró sancionar una normativa que obliga a adoptar la advertencia “Fumar es perjudicial para la salud”.
En los últimos años una serie de propuestas antitabaco quedaron congeladas en el Congreso, hasta que perdieron estado parlamentario.
Sólo una logró prosperar: la ley que fue sancionada este miércoles por la Cámara de Diputados y que había sido aprobada por el Senado en agosto de 2010.
En un comunicado enviado a BBC Mundo el ministro de Salud de Argentina, Juan Manzur, celebró los alcances de la nueva normativa y dijo que “por fin la Argentina tiene una ley nacional de control de tabaco, que pone límites a un hábito que lamentablemente tienen muchos ciudadanos y que es altamente nocivo para ellos y para las personas de su entorno”.
Por su parte, la Alianza Libre de Humo de Tabaco de Argentina (Aliar), consideró la fecha “una jornada histórica” y celebró “que el Congreso de la Nación haya por fin decidido legislar a favor de la vida de todos los trabajadores sin ningún tipo de discriminación”.
Se calcula que cada año Argentina invierte cerca de US$1.725 millones en tratar las enfermedades causadas por la adicción al tabaco, aunque sólo recauda US$1.050 en concepto de impuestos sobre la venta de cigarrillos.
¿Por qué Philip Morris considera a Uruguay una amenaza?
PMI demandó al Estado uruguayo por considerar que sus políticas antitabaco están perjudicando comercialmente a la empresa.
La multinacional, con sede en Lausanne, Suiza, llevó su reclamo ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), dependiente del Banco Mundial, porque asegura que Uruguay viola un tratado de promoción y protección de inversiones que firmó con Suiza en 1998.
Se trata de la primera vez que una empresa tabaquera demanda a un Estado ante un foro internacional.
La filial de PMI en Uruguay afirmó a BBC Mundo que "por el momento Philip Morris no hará declaraciones" sobre el proceso de arbitraje.
No obstante, en comunicaciones anteriores la compañía expresó sus reparos por algunas de las medidas implementadas por Uruguay en su lucha contra el consumo de tabaco, como la decisión de prohibir las versiones "light" de los cigarrillos, que llevó a la tabacalera a tener que retirar siete de los 12 productos que vendía en el país sudamericano.
"Creemos que la eliminación arbitraria de las marcas no ha servido a los objetivos de salud pública y, en cambio ha llevado a los consumidores a cambiar por marcas locales o de contrabando", dijeron en marzo de 2010 fuentes de Abal Hermanos -la filial local- a la periodista de BBC Mundo en Montevideo, Verónica Psetizki.
Otra disposición objetada por PMI es la que obliga a que el 80% de la superficie de las cajas de cigarrillos muestren imágenes de advertencia sobre el riesgo de fumar.
"Juicio intimidatorio"
Para el cardiólogo Eduardo Bianco, presidente del Centro de Investigación para la Epidemia del Tabaquismo (CIET) y asesor del Ministerio de Salud a través de la comisión de tabaquismo del Sindicato Médico de Uruguay, lo que busca PMI es amedrentar a un país pequeño, para asustar a otras naciones que quieran seguir los mismos pasos contra el tabaquismo.
Uruguay es actualmente uno de los países del mundo con más restricciones contra el cigarrillo.
En 2006, el entonces presidente, Tabaré Vázquez (2005-2010), oncólogo de profesión, prohibió el humo en espacios públicos cerrados -convirtiendo al país en el primero de América Latina y el quinto del mundo en tomar esa medida- e impulsó las otras iniciativas objetadas por las tabacaleras.
Menos fumadores
Pero ¿por qué una de las principales multinacionales del planeta considera una amenaza a un país de 3 millones de habitantes?
Como ejemplo, el experto citó la reducción en el consumo de cigarrillo entre adultos, que bajó del 32% al 25%, entre 2006 y 2009. Y la caída aún más abrupta entre adolescentes, en el mismo período: del 32% al 18,7%.
"Si Philip Morris quebrara a Uruguay sería un mensaje muy claro para el resto de los países, en especial los no desarrollados, que no se les ocurra meterse en este juego", afirmó.
Según Bianco, el país es considerado un ejemplo en la lucha contra el cigarrillo, ya que es uno de los que sigue más estrictamente las disposiciones del convenio marco de las Naciones Unidas para el control del tabaco, vigente desde 2005 y ratificado por 173 países.
El gobierno uruguayo ha recibido un amplio respaldo en su enfrentamiento con PMI, incluyendo el apoyo económico del alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y de la ONG estadounidense Campaign for Tobacco-free kids (Campaña para niños libres de tabaco), quienes se ofrecieron a financiar al país sudamericano.
A favor de Philip Morris
"El tabaco es un producto legal y la gente debería poder fumar sin ser hostigada", sentenció.
A pesar de las cifras brindadas por Uruguay, Clark asegura que no existen evidencias que demuestren la efectividad de medidas como la de cubrir el 80% de los paquetes de cigarrillos con mensajes de advertencia.
"La gente que fuma ya sabe que es potencialmente dañino para su salud, pero este tipo de iniciativas fomentan la discriminación contra los fumadores", aseguró.
Nueva York: no apta para fumadores
La medida, que entró en vigor este lunes, afecta los lugares más famosos y concurridos de la ciudad como Times Square, el Parque Central, Broadway Plaza, Coney Island y el estadio de los Yankees, donde los fumadores enfrentarán una multa de $50 dólares si prenden un cigarrillo.
Mientras que las autoridades locales promueven la medida por sus beneficios para la salud, críticos de la ordenanza aseguran que es una violación a la libertad individual.
Bloomberg, un ex fumador que como alcalde ha implementado varias iniciativas antitabaco y logró que Nueva York fuera una de las primeras del país en vetar el cigarrillo en los bares y restaurantes hace una década, defendió la norma asegurando que la "mayoría de las personas en nuestros parques y playas no quieren ver gente ahí fumando".
El alcalde, quien también ha logrado incrementar el impuesto al tabaco a un nivel récord, haciendo de Nueva York una de las ciudades más caras para los fumadores, donde una cajetilla puede costar hasta $15 dólares, agregó que la iniciativa además reduciría la basura creada por las colillas y cajetillas que se dejan en la calle.
Más muertes que el homicidio
El comisionado de Salud de la ciudad, Thomas Farley, quien le propuso la medida al alcalde hace dos años, señala que el cigarrillo causa la muerte de 7.500 residentes de Nueva York al año, más que el total agregado de muertes por sida, homicidio y suicidio.
"Los parques y las playas son sitios especiales, que se mantienen con los impuestos para el beneficio de todos", explicó Farley comparando la nueva prohibición al veto de las bebidas alcohólicas, las botellas de vidrio y la música a todo volumen, que ya existe en estos mismos lugares.
"[Estas prohibiciones] mantienen los parques y las playas como sitios seguros y agradables para todos. El fumar tampoco debe darse allí", señaló el comisionado, que asegura que el humo de los fumadores afecta negativamente a quienes se encuentran a tres pies de distancia ya sea en un recinto cerrado o al aire libre.
Pero aunque nadie debate los daños del tabaco sobre la salud de los fumadores, no todos están de acuerdo con la nueva ley y sus efectos sobre los derechos de los residentes de Nueva York.
¿Prohibido prohibir?
El concejal Daniel Halloran III, también criticó la ordenanza temiendo que desencadene medidas aun más estrictas: "pronto estaremos prohibiendo fumar en las aceras, en los carros de la gente si llevan menores y hasta en las casas".
Cientos de municipalidades en Estados Unidos han vetado el cigarro en parques públicos, pero Maine es el único estado que ha impuesto la prohibición en todas sus playas.
Un esfuerzo similar falló en California cuando el gobernador Arnold Schwarzenegger, conocido aficionado al tabaco, vetó la legislación aprobada por el congreso estatal.
Mientras tanto en Nueva York, las autoridades enfrentan el reto de aplicar un decreto que tiene enojado a más de un fumador.
"Esto es ridículo, es la ley más idiota que han aprobado", opinó en el New York Post, el vendedor ambulante Bill Saar, mientras fumaba en Union Square.
"Entonces deberíamos prohibir los taxis, los buses y todo lo que emita gases que nos llenan los pulmones de basura", agregó por su parte Addy Fox en el mismo diario.
Los críticos también señalan que en una ciudad con miles de asaltos, amenazada por el terrorismo, y con un alto nivel de contaminación, el tema no debe ser una prioridad para la policía.
Yo fumo, yo voto
"[Esta ley] es imposible de aplicar. Como policía les puedo decir que es imposible", asegura Audrey Silk, ex policía de Nueva York, fundadora del grupo profumadores CLASH y promotora de la campaña "yo fumo, yo voto", que tiene como objetivo destituir a los políticos que imponen este tipo de medidas.
La policía de Nueva York, parece opinar lo mismo, ya que indicaron que no castigarán a los infractores de la nueva ley, si no que la recolección de multas quedará en manos de las autoridades de los parques, que cuentan con muy poco personal para hacer valer la nueva medida.
Incluso el alcalde Bloomberg reconoce la dificultad de implementar la ordenanza, y dijo en un programa de radio que serán los ciudadanos de bien que lograrán su aplicación.
"Esta ley se aplicará gracias a la presión pública. Todo el mundo te va a decir: Oye no debes fumar aquí, y por lo general la gente hace caso", pronosticó Bloomberg.
Ya sea por obra de los empleados de los parques o del público de bien, la aplicación de la nueva ley tendrá su primera prueba cuando un grupo de fumadores indignados se tomen uno de los parques para fumar en grupo.
Silk, y sus amigos de Facebook, planean una protesta el 28 de mayo en Brighton Beach donde juntos encenderán sus cigarros en desafío de la nueva ley.
Y para los que quieran ser a la vez buenos ciudadanos y fumar con tranquilidad, todavía les queda la opción de encender un cigarro en el Brooklyn Bridge, las aceras de la %ta Avenida, o participar en una película, ya que la prohibición no se aplica los actores en una producción de cine.
POR: TELAM Y BBC MUNDO.
ARREGLOS FOTOGRAFICOS: ALBERTO CARRERA.
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