Estamos en época de cambio de tendencias y de nuevo look… y no es novedad afirmar que al muchacho mendocino le cuesta el tema de la moda. Hoy en MDZ Cool escribe Agustín Bossini, un excelente diseñador de indumentaria masculina que plantea un divertido –y muy útil- decálogo para orientar al varón mendocino.
Pasó el Fashion Week en Mendoza, y mañana en MDZ vas a poder ver y leer un especial de moda primavera/verano 2012 con todo lo que se va a usar y podés encontrar en nuestra provincia. Por supuesto, los desfiles fueron eminentemente femeninos pero… ¿Qué pasa con los hombres? Todos sabemos que los chicos mendocinos somos retraídos en cuanto a moda se refiere.
Es por eso que MDZ Cool recurrió a Agustín Bossini, un diseñador de indumentaria masculina que se ha transformado en la revelación en determinados circuitos por la vuelta de tuerca al atuendo del varón y la impronta sumamente original –y al mismo tiempo trabajada en sastrería y con gran calidad- que le insufla a las prendas, para que aconseje, ayude, lance un salvavidas a los menducos y los oriente con algunos tips básicos.
A continuación, la columna de Agustìn Bossini.
¡Bienvenida primavera!
Por fin nos toca su vuelta redentora. Otra oportunidad para lucirnos y expandir al máximo nuestro charme.
Es la estación del enamoramiento, de la alegría, del color… y deberíamos avergonzarnos si no nos arriesgamos solo por pensar que “eso no es cosa de hombres”.
El 2011 atraviesa su recta final, y esto recién comienza. Alguien una vez me dijo que lo que nace en primavera perdura afortunadamente… y me pareció una muy buena frase. Al menos, bastante esperanzadora. Y si la aplicamos a nuestro aspecto personal, puede devolvernos mas que una alegría seguramente.
Es por eso que MDZ Cool recurrió a Agustín Bossini, un diseñador de indumentaria masculina que se ha transformado en la revelación en determinados circuitos por la vuelta de tuerca al atuendo del varón y la impronta sumamente original –y al mismo tiempo trabajada en sastrería y con gran calidad- que le insufla a las prendas, para que aconseje, ayude, lance un salvavidas a los menducos y los oriente con algunos tips básicos.
A continuación, la columna de Agustìn Bossini.
¡Bienvenida primavera!
Por fin nos toca su vuelta redentora. Otra oportunidad para lucirnos y expandir al máximo nuestro charme.
Es la estación del enamoramiento, de la alegría, del color… y deberíamos avergonzarnos si no nos arriesgamos solo por pensar que “eso no es cosa de hombres”.
El 2011 atraviesa su recta final, y esto recién comienza. Alguien una vez me dijo que lo que nace en primavera perdura afortunadamente… y me pareció una muy buena frase. Al menos, bastante esperanzadora. Y si la aplicamos a nuestro aspecto personal, puede devolvernos mas que una alegría seguramente.
Aquí van un decálogo útil a todos los tipos de hombres.
Nº1. Siempre oler bien. Una buena fragancia se anticipa a todo lo que podamos decir o hacer después. ¿Los lugares clave? Cuello, pecho y, obviamente, axilas.
Nº2. Ante cualquier duda sobre qué ponerse, recurrir a la remera o camisa blanca básica. Se trata de un caballito de batalla que no falla. Siempre recordar esta máxima, válida para la mujer y el varón: Menos es más.
Nº3. Los botones de las camisas desprendidos hasta el tercer ojal. Ni uno de más ni uno de menos. Es la “V” de la victoria.
Nº4. Para los pies, elegir un calzado sencillo: mocasines, alpargatas o zapatillas de lona livianas. Las ojotas solo son para la playa o piletas. Las zapatillas con aspecto de astronauta, solo para hacer running.
Nº5. Las proporciones de las prendas deben ser armoniosas al cuerpo que tenemos. Nada debe ser muy ajustado, y tampoco supersuelto. Optar por la medida justa para poder deslizarnos con naturalidad sin tener que llegar a poses imposibles que nos quitan espontaneidad.
Nº6. Vivimos momentos donde no solo la capa de ozono es un peligro para nuestra piel, sino para nuestra imagen. El bronceado debe darnos un toque dorado, una imagen de asoleado sano… ¡Y no vernos asados como un cerdo al horno de barro! Evitar llegar al punto de desdibujarnos los rasgos faciales. Control y juicio.
Nº7. Como accesorio y sobre todo para los que vamos perdiendo lo tupido de nuestras cabelleras; está buenísimo usar una gorra sencilla, quizás como las que llevaban nuestros abuelos, en tonos neutros, lisos o cuadrillé. Para los mas cancheros, un sombrero Panamá de ala corta. Nos puede librar de una insolación y hacernos lucir como un verdadero Dandy.
Nº8. Otro accesorio infaltable para las estaciones cálidas es un par de anteojos para sol clásicos, de marcos rectangulares negros, marrones, o simil carey -al mejor estilo Marcello Mastroianni en 8 ½-. También podemos optar por algo más deportivo, como los de Tom Cruise en Top Gun. Los de armazones exagerados y aerodinámicos dejarlos para actividades en alta montaña o algún deporte extremo, preferentemente.
Nº9. Las bermudas pueden ser unas aliadas incondicionales tanto para el día como para la noche, en toda su variedad de colores y telas. Son una opción de lo más cómoda y muy sexy si uno cuenta con unas buenas pantorrillas. Su largo es muy importante: siempre a mitad de rodilla. Jamás un cuarto más abajo. ¡Decile “no” a los pantalones pescadores! Solo están permitidos para algún bahiano en una playa perdida y solitaria en el norte de Brasil.
Nº10. Admitir con hombría los vellos del pecho, cejas y patillas. Ya bastante sufrimiento tienen las mujeres con la dolorosa –pero necesaria en ellas- práctica de la depilación, como para imitarlas. ¡Varones, no tocarse las cejas porque es evidnte! Ni hablar de depilarse y afeitarse el pecho.
Nº 11 –un bonus track, para terminar-. Es indispensable una sonrisa bien puesta. Es el mejor atuendo que podemos llevar. Nada menos agraciado que un hombre amargo, arrogante o que se sepa atractivo. Hasta me atrevo a cambiar la famosa frase que decía mi abuela: “El hombre es como el oso, cuanto más simpático, más hermoso”.
POR: Federico Croce- MDZ
Nº1. Siempre oler bien. Una buena fragancia se anticipa a todo lo que podamos decir o hacer después. ¿Los lugares clave? Cuello, pecho y, obviamente, axilas.
Nº2. Ante cualquier duda sobre qué ponerse, recurrir a la remera o camisa blanca básica. Se trata de un caballito de batalla que no falla. Siempre recordar esta máxima, válida para la mujer y el varón: Menos es más.
Nº3. Los botones de las camisas desprendidos hasta el tercer ojal. Ni uno de más ni uno de menos. Es la “V” de la victoria.
Nº4. Para los pies, elegir un calzado sencillo: mocasines, alpargatas o zapatillas de lona livianas. Las ojotas solo son para la playa o piletas. Las zapatillas con aspecto de astronauta, solo para hacer running.
Nº5. Las proporciones de las prendas deben ser armoniosas al cuerpo que tenemos. Nada debe ser muy ajustado, y tampoco supersuelto. Optar por la medida justa para poder deslizarnos con naturalidad sin tener que llegar a poses imposibles que nos quitan espontaneidad.
Nº6. Vivimos momentos donde no solo la capa de ozono es un peligro para nuestra piel, sino para nuestra imagen. El bronceado debe darnos un toque dorado, una imagen de asoleado sano… ¡Y no vernos asados como un cerdo al horno de barro! Evitar llegar al punto de desdibujarnos los rasgos faciales. Control y juicio.
Nº7. Como accesorio y sobre todo para los que vamos perdiendo lo tupido de nuestras cabelleras; está buenísimo usar una gorra sencilla, quizás como las que llevaban nuestros abuelos, en tonos neutros, lisos o cuadrillé. Para los mas cancheros, un sombrero Panamá de ala corta. Nos puede librar de una insolación y hacernos lucir como un verdadero Dandy.
Nº8. Otro accesorio infaltable para las estaciones cálidas es un par de anteojos para sol clásicos, de marcos rectangulares negros, marrones, o simil carey -al mejor estilo Marcello Mastroianni en 8 ½-. También podemos optar por algo más deportivo, como los de Tom Cruise en Top Gun. Los de armazones exagerados y aerodinámicos dejarlos para actividades en alta montaña o algún deporte extremo, preferentemente.
Nº9. Las bermudas pueden ser unas aliadas incondicionales tanto para el día como para la noche, en toda su variedad de colores y telas. Son una opción de lo más cómoda y muy sexy si uno cuenta con unas buenas pantorrillas. Su largo es muy importante: siempre a mitad de rodilla. Jamás un cuarto más abajo. ¡Decile “no” a los pantalones pescadores! Solo están permitidos para algún bahiano en una playa perdida y solitaria en el norte de Brasil.
Nº10. Admitir con hombría los vellos del pecho, cejas y patillas. Ya bastante sufrimiento tienen las mujeres con la dolorosa –pero necesaria en ellas- práctica de la depilación, como para imitarlas. ¡Varones, no tocarse las cejas porque es evidnte! Ni hablar de depilarse y afeitarse el pecho.
Nº 11 –un bonus track, para terminar-. Es indispensable una sonrisa bien puesta. Es el mejor atuendo que podemos llevar. Nada menos agraciado que un hombre amargo, arrogante o que se sepa atractivo. Hasta me atrevo a cambiar la famosa frase que decía mi abuela: “El hombre es como el oso, cuanto más simpático, más hermoso”.
POR: Federico Croce- MDZ
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