Witi Ihimaera estuvo de paso en Buenos Aires para participar de un ciclo de cine neocelandés en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín. El escritor y guionista maorí habló con Soy acerca de cómo es negada la diversidad en la cultura indígena de su región y de la urgencia por encontrar otros relatos.
La escena es un raro cliché, de esos que pocas veces fue representado por el cine: la fuga al sauna del hombre casado, un pater familias que puede vivir sólo entre los vapores su otra sexualidad, o, al menos, logra desarrollar o completar, con la sensualidad homoerótica, otros placeres, distintos, prohibidos por los pactos con que aceptó construir privada y públicamente su vida conyugal. Ese hombre, moldeado por la hipocresía universal, fue protagonista de la novela neocelandesa Noches en los jardines de España de Witi Ihimaera, que narra con detalle la salida del closet familiar de Kawariki frente a su esposa, sus hijos, sus padres. Ihimaera protagonizó esa misma experiencia en 1984, pionero en la visibilidad oceánica, pero en su reescritura ficcional prefirió no exponer del todo sus raíces maoríes, tomando distancia de su alter ego literario al retratarlo como medio europeo. Pero en la versión cinematográfica de su novela, estrenada el año pasado en Cannes, la distancia pierde espesor, porque el personaje es maorí y, al comenzar a asumir su orientación sexual, pone en crisis las propias creencias y tradiciones indígenas. En su paso por Buenos Aires, traído para presentar las películas inspiradas en su obra en un ciclo de la sala Leopoldo Lugones, Ihimaera denunció la falta de representaciones de la diversidad sexual en la cultura indígena; de hecho, esa película es la primera que retrata a un maorí gay, por lo que todavía hay muchas imágenes y relatos que fomentar. Por eso, en un diálogo exclusivo con Soy, el escritor coincidió en la necesidad de repensar los cuentos de hadas que los padres transmiten a sus hijos (así empieza Noches en los jardines de España), tanto como los mitos que moldean la ideología de la cultura indígena, que de eso trata Jinete de ballenas, su novela más célebre, adaptada en una película estrenada en Argentina, sobre el periplo de una niña excluida de la educación marcial y de los ritos de empoderamiento, en una comunidad maorí contemporánea. El mito y los cuentos populares que fundan la creencia en la superioridad masculina, en un patriarcado como mística basal de la sociedad indígena, es una suerte de blanco contra lo que escribe Ihimaera desde antes de salir del closet, en una obra feminista y gay que comenzó a ser adaptada al cine recientemente. De hecho, al ser desde 1972 el primer escritor de cuentos y novelas en lengua maorí, su actividad, la literatura, se enfrenta por sí misma al mandato que repite que el pueblo maorí está determinado por la fuerza física de sus varones, con una supuesta capacidad superior como guerreros, que es parte de un sistema de creencias opresivas que degrada cualquier otro intento de construir una cultura indígena con otros valores, con otras prácticas, con otras sensualidades.
POR: Diego Trerotola. PAGINA12
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